top of page
angela-16_edited.jpg

No podría especificar el momento en el que empecé a dibujar. Siempre fue el juguete más entretenido; porque podía hacer lo que quisiera. Me gustaba leer, así que me gustaba quedarme dibujando a los personajes, imaginándome cómo sería yo en medio de ellos. Más adelante me hice amigas dibujándole a los niños que les gustaban para que los pegaran en las tapas de sus cuadernos. Hoy dibujo a sus hijos.

Entré a estudiar Arte en la Universidad Católica donde me hice grandes amigos y tuve profesores increíbles. Creo que lo que más aprendí es que no hay sólo una manera de solucionar un problema, y que hay que ser muy coherente y respetuoso con uno mismo a la hora de trabajar en arte.

 

Para mí­, el dibujo es una manera de entender y explicarme lo que me rodea. Me gusta que la acción de dibujar; el boceto y la obra terminada, sea una manera de jugar con las ideas a la vez que concretizarlas. Que todo el proceso quede a la vista, en el papel. Dibujo a mis hijos, mis amigos, las plantas que me gustan, los animales que me llaman la atención. 

Soy una ñoña de los materiales; los pruebo y busco hasta encontrar los que me gustan y acomodan. Me da mucho placer ver cómo la calidad de los productos que ocupo condiciona el trabajo y me permite lograr los resultados que quiero. Normalmente trabajo con lápices a tinta, plumilla, tinta china, lápices acuarelables, acuarelas y gouache.

Vivo en Santiago de Chile con mi marido Rodrigo y mis dos hijos; Yoyo y la Ana.

bottom of page